miércoles, marzo 15, 2006

¡Como niños!


Fecha interestelar: 24/01/2006. Época de relecturas, toca desempolvar mis cuatro volúmenes de Calvin y Hobbes. De la mano del genial Bill Watterson, nos adentramos en la monstruosa (tanto por su capacidad como por su complejidad) imaginación de este inquieto niño rubio. Porque no se puede denominar de otra manera la hiperactiva mente de Calvin, capaz de encontrar mas fácilmente una excusa a la hora de entregar la tarea escolar que de resolver esta misma, de imaginar emocionantes viajes interplanetarios convertido en el Capitán Spiff, transformarse bajo la tutela de Morfeo en un Tiranosaurio Rex (en un tiempo record) o de llevar a cabo las más originales “performances” con muñecos de nieve. Pero sobre todo, capaz de “crear” la amistad de Hobbes, un tigre que se convertirá en su más fiel compañero de travesuras.

Bill Watterson se convierte, con esta obra, en uno de los mayores exponentes de la denominada comic-strip, habiendo recibido el Premio Reuben de la National Cartoonist Society en dos ocasiones, 1986 y 1988, algo que prácticamente nadie ha logrado, gracias a un niño que, por fin, es un niño, travieso y sin conciencia de su maldad, y no un vehículo por parte del autor para soltar su pataleta disconforme. Una obra a la que no dar una oportunidad sería un error.

Fin de la transmisión.

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