domingo, abril 23, 2006

El chico ostra


Fecha interestelar: 23/04/2006. Aprovechando la celebración del Día del Libro, que mejor que recomendar una de mis últimas adquisiciones en el campo de la literatura. Tras una visita al Tate Britain en Londres y disfrutar de una exposición de pintura gótica (Gothic Nightmares: Fuseli, Blake and the Romantic Imagination), descubro en la tienda del museo esta pequeña maravilla, The Melancholy Death of Oyster Boy & Other Stories, de Tim Burton. Siendo como soy, admirador de la enfermiza y oscura mente de Burton y su filmografía, no dudé un momento en hacerme con el libro. Un libro de poesía en el que Burton da vida a un grupo de macabramente simpáticos niños, incomprendidos parias que luchan por encontrar amor y pertenencia en el cruel mundo en el que viven. De lectura sencilla y fluida, se convierte en un paseo horripilantemente divertido que a uno le hace rememorar películas como Pesadilla antes de Navidad, Eduardo Manostijeras o La Novia Cadáver.

Posiblemente se pueda encontrar este libro traducido al castellano, pero en cualquier caso, al tratarse de poesía, es recomendable su lectura en ingles. Un servidor no ha tenido problemas, pero claro… Reconozco que mi nivel de ingles, aunque no sea excepcional, está por encima de la media (Me gustaría creer que mis estudios de ingles han servido para algo).

Fin de la transmisión.

lunes, abril 10, 2006

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Fecha interestelar: 10/04/2006. Un segundo, un minuto, una hora, un día, un mes, un año,…

Y así continuamente, creciendo, cambiando, adentrándome en el mundo y convirtiéndome en mí. Y echo la vista atrás, mirando el camino recorrido, con sus saltos y sus tropezones, y no cambio nada, me quedo con todo. Lo bueno, lo malo, las alegrías y las penas, placer, dolor, risas y llantos, sueños y pesadillas. Pero sobre todo la gente. A todo ello le estoy agradecido en cierta forma, tanto a lo bueno como a lo malo, porque de una manera u otra, es la experiencia que moldea a uno y lo convierte en lo que es, pues de todo se aprende algo.

Y con esta acumulación de experiencia, se me va otro año más, otro mes, otro día, otra hora, otro minuto, otro segundo,…

Fin de la transmisión.