En los dominios de Marco Polo

Fecha interestelar: 21/10/09. Otra entrada más en la serie de ciudades a visitar. ¿Por qué me gusta Venecia?

Por los callejones estrechos alejados del las rutas más turísticas, donde se respira una tranquilidad que hace pensar que estás solo en la ciudad.
Por el Ponte Rialto, lleno de pequeñas tiendas.
Porque la pizza más pequeña es siempre una XL.
Por ese paseo privado en góndola, que para algo somos familia política.
Por el Teatro La Fenice.
Por las máscaras de carnaval, que de tantas que hay, parecen los verdaderos ladrillos en los que está cimentada la ciudad.
Por esa copa de Rabosso en Remer, a medianoche, a la luz de las velas y con vistas al Gran Canal.
Por el dragón de cristal de Murano.
Porque ahora entiendo la niebla en Alatriste.
Por la Piazza San Marco, pero solo por las tardes.
Por la excursión a Murano y Burano.
Porque no aguantamos a la rubia.
Porque al calvo lo hemos perdido.
Por ese café que sabe de verdad a café.
Por los frijoles y el pollo en salsa verde de la suegra.
Por la tragicomedia.
Porque Zara tiene una línea exclusiva para Italia.
Por lo millones de puentes cruzando los canales pequeños.
Porque uno se hace mayor, y seguro que se me olvidan muchas anécdotas que merecen la pena ser reflejadas.
Y por la familia, que no es tan mafiosa como parece.

Fin de la transmisión.

Vigilia

Fecha interestelar: 19/04/09. Hace ya algo más de un mes que ronda por las grandes pantallas de todo el mundo una nueva producción basada en otra obra más del extravagante Alan Moore. Otra más, decíamos, que se suma a títulos como From Hell, The League of Extraordinary Gentlemen, V for Vendetta o Constantine (personaje creado dentro de la colección Swamp Thing y que acabaría consiguiendo su propia serie bajo el nombre de Hellblazer). Y es que la inquieta mente de este británico da para mucho, oigan.

Ganadora del premio Hugo en 1988, Watchmen fue gestada por Alan Moore y Dave Gibbons entre 1986 y 1987, en formato de serie limitada de 12 números, siendo recopilada posteriormente en tomo. El pedante tratamiento de novela gráfica recibido por parte de típicos culturetas con la intención de dignificar una obra de un género no excesivamente popular como es el comic, es totalmente superfluo.

Watchmen muestra un mundo anclado aun en la Guerra Fría, donde la existencia de superhéroes ha influido en el transcurso de los acontecimientos de una manera distinta a como ocurrieron en la realidad. Curioso término el de superhéroes, cuando ninguno de los protagonistas, a excepción del Dr. Manhattan, poseen ningún tipo de superpoderes que no sean los adquiridos mediante el entrenamiento o la invención de armas y artilugios varios. La trama se inicia cuando Edward Blake, el Comediante, es asesinado misteriosamente. A partir de ese momento, otro de los protagonistas, Rorschach, comenzará una investigación, temiendo estar ante una conspiración para acabar con aventureros, e involucrando de una u otra forma al resto de los protagonistas en sus pesquisas.

Sin entrar en más detalles en cuanto al desarrollo de la trama, se puede decir que la producción cinematográfica no solo refleja la historia tal cual aparece en la obra, si no que consigue también dar vida a la mayoría de las viñetas del comic. Efectos digitales que cubren las expectativas, uso de slow motion como es habitual en este tipo de producciones hoy en día, hacen de este proyecto dirigido por Zack Snyder una muy buena adaptación de la obra de Moore, a la que merece dar una oportunidad de visionado. Y ni que decir hay del “gran talento” para la interpretación de Billy Crudup (Dr. Manhattan) a lo largo de toda la película, que ha hecho que esta sea clasificada para mayores de 18 años en USA.

Fin de la transmisión.

Mareo

Fecha interestelar: 17/03/09. Tras un tiempo sumido en un sueño criogénico reparador, y con el piloto automático conectado, vuelvo a retomar los mandos de la nave con la intención, esperemos, de pilotar más a menudo en vez de dejar que el ordenador de a bordo haga todo el trabajo. Y repasando las transmisiones recibidas por este durante mi descanso, me encuentro con un nuevo trabajo de Keane, su tercer álbum de estudio, Perfect Symmetry.

Grupo británico afincado en Battle, East Sussex, Keane comienza su andadura musical con su primer álbum, Hopes and Fears, en 2004. Con un sonido caracterizado por el uso del piano como base acústica de sus temas, en contraposición con el habitual uso de guitarras, pronto comienzan a triunfar tanto en su país como en el extranjero, haciéndolos merecedores con este trabajo de varios BRIT Awards, entre ellos el de mejor álbum.

Y es en octubre del 2008 cuando publican su tercer disco, Perfect Symmetry, en el que se puede apreciar una evolución del sonido al que nos tenían acostumbrados. Siendo el piano la base de su primer disco, y un rock más electrónico y distorsionado de la su segundo, Under the Iron Sea, en Perfect Symmetry por fín se deciden a introducir guitarras eléctricas, dándole un toque mas pop a sus temas. Canciones a destacar, sin menospreciar ninguno de los 11 cortes del disco, su primer single Spiraling, The Lovers are Losing y Black Burning Heart, tema enérgico y pegadizo el primero y mas melódicos y suaves los últimos. Un nuevo acierto en la carrera de este trío ingles que desde sus comienzos se convirtieron en uno más de mis “indispensables”.

Fin de la transmisión.